Patrón y sindicalistas, mismos rastreros

May 22, 2012 § Deja un comentario

Ya es conocida la lucha de los huelguistas patagónicos que en 1921 ofrecieron su vida por el mejoramiento de las condiciones de trabajo en diferentes ámbitos laborales, sobre todo en las estancias, donde el patrón asimilaba las obligaciones para un animal y un ser humano bajo una misma característica: hambre, frío, y explotación laboral.

 91 años después, ya con estatutos, convenios de trabajo establecidos, representaciones sindicales reconocidas por el Estado, y el artículo 14 bis de la constitución Nacional dando vueltas por ahí, el sistema no necesitó de Yrigoyen ni del general Varela para asesinar a un peón rural, fue suficiente con el olvido de ese mismo sistema, donde, en complicidad con el patrón y el sindicato, se encargaron de darle el tiro de gracia.

Días antes de morir, desde la estancia donde prestaba sus labores, Miguel Medina, a través de los conocidos “mensajes de campo”, suplicó por alimentos. Esperada o inesperadamente, los oídos sordos se convirtieron en la audiencia radial más masiva de aquel momento ¿Dónde estaba Cristina, Peralta, funcionarios públicos y eclesiásticos, sindicatos, patrones, organizaciones sociales, la sociedad, para respuesta a tan elemental pedido?

El excluido tiene marcado este destino. Aquel que se atreve, voluntariamente o no, simplemente a pretender sobrevivir por fuera del sistema se lo condena a una muerta lenta y agonizante. Miguel Medina no tenía tarjetas de crédito, no estaba bancarizado, no tenía obra social, ni representaciones políticas ni sindicales, no supo de censos,  no supo de campañas políticas ni de elecciones ni votaciones, no tenía seguro de vida,  no le ofrecieron préstamos hipotecarios, ni nuevas tarifas de teléfonos celulares. Simplemente para el sistema no sirvió, no existió.

Las declaraciones del vocero de la UATRE ( http://www.tiemposur.com.ar/nota/39123-gremio-no-considera-a-pe%C3%B3n-muerto-como-trabajador-rural-por-estar-en-negro ) se acercan al rastrerismo más puro y es una de las  traiciones más sucias en la historia de las luchas obreras en la Patagonia.  Este roedor senil, en un papel de esclavo burocrático, hace responsable al mismo trabajador de su destino por no haber reclamado su “legitimidad” laboral, y que por tal motivo no se tomará ningún tipo de medida contra el responsable de la estancia. Ya hubiera querido los Menéndez Braun haber tenido un sindicalista como este.

Es probable que a Miguel Ángel Medina no le haya preocupado la seudo nacionalización de YPF, o la contienda mediática invasiva entre el gobierno nacional y clarín, o la menemización ascendente de la política, o el viaje de egresados de la presidenta a Angola, o la inoperante función de Peralta como gobernador, o el teatro mediocre progresista de La Cámpora, o la profunda crisis económica de la provincia. Miguel Angel Medina sólo le preocupó trabajar para sobrevivir. Pensar si habría alimento que llevarse a la boca al día siguiente, o no morir de frío durante la noche.

La muerte de este peón rural debe ser tomada como un asesinato del Estado provincial, no sólo en consecuencia a las políticas nacionales sino a la política internacional; tanto es así que los pocos sindicatos nobles que subsisten en la provincia, al hablar de Mariano Ferreyra, Carlos  Fuentealba o de  Julio López, deben obligarse a  mencionar a Miguel Medina. Negarse a ser cómplices del olvido del sistema.

 

 

 

Turismo canalla en Angola

May 19, 2012 § Deja un comentario

El burguecito nacional y popular está excitadísimo de emoción. Ni él mismo puede creer con algún argumento valido haber acompañado a la presidenta en calidad de signos de preguntas a su gira por el golpeado país de Angola. Ya estando allí, sale de su hotel de mil estrellas y  se anima a caminar por sus calles. Entre sus paseos se encuentra con un grupo de niños desnutridos y descalzos y piensa que es una imperdible oportunidad para una foto única. Como un turista dentro de un zoológico, saca una docena de pares de medias perfectamente blancas, y los invita a acercarse; aprovechando el momento les enseña también  la V de la política oficial. Su ansiedad por mostrar su acto de valentía es tan grande que inmediatamente sube las fotografías a su Facebook. Se llama Mauricio Benitez, y es funcionario en el área de Prensa y Difusión de la Municipalidad de La Matanza y militante de la JP Evita. Es también una clara demostración que entre la canallada y la idiotez existen matices.

En política, los comportamientos frívolos e irresponsables de parte de funcionarios ante una realidad que es atravesada por la necesidad y el hambre tiene un costo que lo termina pagando la sociedad. Y estos tipos de sucesos son reminiscencias del menemismo más puro en cuanto a banalidad y chabacanería que el pueblo luego pagó. Luego, por supuesto, se instala la cuestión moral y ética.

El regalarles medias a criaturas cuya situación de pobreza los obliga a caminar descalzos es una humillación imperdonable, y va a contramano de cualquier valor humano digno. Pero el Sr. Benitez quiso ir más allá e hizo una orgullosa exhibición global de ese acto canallesco. Pensó que aquellas imágenes representarían un trofeo,  una conquista en otras fronteras, un partido ganado al grupo clarín. Inentendible. Más tarde, observar la actuación de la presidenta en uno de sus discursos, con una distensión que iba desde lo burlesco  a la subestimación del gobierno anfitrión, coronaban la falta de respeto.

El juego de encontrar las diferencias entre el menemismo y el kirchnerismo (hoy cristinismo) es cada vez más difuso en cuanto a sus políticas de banalidades y sus respectivos representantes.

La hipocresía de la soberanía

May 9, 2012 § Deja un comentario


La embestida mediática y diplomática del gobierno nacional para llevar la cuestión Malvinas a un debate global, y esperar a partir de allí una resolución o apoyo mayoritario de la comunidad internacional que ponga en jaque la autoridad inglesa sobre las islas es legítima, pero alejada plenamente de la ética, la coherencia, y la correlatividad de los hechos dentro del territorio nacional, si primero no se resuelve la soberanía interna del país.

Es sostenimiento del argumento geográfico es ineludible. Permite admitir con certeza  la afirmación las Malvinas son argentinas. Está claro.  Desde este punto de vista, también conviene afirmar que las provincias argentinas son argentinas, pero lamentablemente la más falaz de estas afirmaciones es la segunda, y a partir de esta ausencia de realidad, la “contienda” del gobierno con los ingleses es una burda teatralización mediática, si se toma en cuenta tan sólo la escandalosa venta de territorio nacional a representaciones multinacionales extranjeras, paradójicamente, muchas de ellas de origen británico.

Con la benevolencia y coparticipación de funcionarios que hoy se ubican “heroicos” en el frente nacionalista por la concepción de la soberanía, comenzando por la señora presidenta, multimillonarios como Luciano Benetton, Ted Turner, Joe Lewis y Douglas Tomkins, han multiplicado en compra y pertenencia territorial la superficie total de las islas Malvinas. Por supuesto, sin mencionar, las compañías explotadoras de hidrocarburos y minerales que apuestan al vaciamiento de los recursos naturales del país, como la  Barrik Gold en su máxima expresión.

El sistema capitalista ha legitimado la apropiación de territorio sólo a través de una base monetaria, financiera y  a la misma vez carnicera, y es allí donde los dirigentes políticos se convierten en mercenarios. Al mismo tiempo que se jactan de defender la soberanía, venden territorio nacional al mejor postor, por lo que es posible inferir que realmente la verdadera  ofuscación de parte del gobierno es que la cuestión Malvinas esta prevista por una invasión sin previo acuerdo monetario entre ambos gobiernos.

Pero la gravísima  pérdida no es sólo territorial sino también cultural, cosa que no ocurre con las pérdidas de las islas, ya que jamás hubo allí una formación histórica ligada a nuestras tradiciones o valores culturales. ( http://www.mapuche.info/lumaco/Benetton.html )

Como ejemplo, la Compañía de Tierras del Sud Argentino Sociedad Anónima, cuyo propietario es el magnate Bennetton, ha adquirido aproximadamente 900 mil hectáreas de tierra en las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. Como gran propietario no sólo ha limitado el acceso público  a inmensos monumentos naturales que atraviesan sus nuevos inmuebles, sino que también se ha animado, con la complicidad de los representantes del Estado, a desconocer, maltratar y expulsar a los verdaderos propietarios de esas gigantes hectáreas, los pueblos originarios.

Las comunidades aborígenes son los mayores perjudicados cuando este sistema de caníbales decide ir por todo. Y ya no se trata de nacionalismos vacíos, ni de políticas markitineras sino de la violación constante de los legítimos derechos de todas las comunidades originarias, establecidos inclusive en la constitución.  (  http://indigenargentino.com.ar/?p=12 )

¿Qué pensaran los mapuches expulsados de sus tierras en Chubut cuando escuchan al canciller, a la presidenta, a la embajadora y a tantos otros actores bufonados discursar sobre la soberanía de un país? Un gran circo se forma de grandes hipócritas.

¿Dónde estoy?

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